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Prevención desde los planos

Prevención desde los planos

Aug. 22, 2025, 7 a.m.

En Quintana Roo sufrimos de un clima impredecible, con inundaciones, huracanes y caprichos geológicos que ponen a prueba todo el conocimiento de los Ingenieros que aquí nos desarrollamos. Sin embargo, en la creciente expansión de nuestras urbes, y la tendencia vertical que esto implica, se esconde una amenaza ardiente que no solo es deseable atender, sino más bien urgente.

El fuego es un enemigo efímero pero mortal, un antagonista silencioso y veloz que toma a todos por sorpresa. Justo por esto, hoy que los mexicanos honramos la valentía y compromiso de quienes integran el cuerpo de bomberos, traemos este tema a colación. Más allá del heroísmo cotidiano, existe un frente paralelo que trabaja en silencio desde antes que cualquier siniestro ocurra: la ingeniería civil.

Ingeniería preventiva: la primera línea de defensa

Aunque el trabajo del bombero inicia al sonar la alarma, la ingeniería civil comienza mucho antes. Desde la etapa de diseño y planeación, existen lineamientos técnicos y normativos que buscan reducir el riesgo de incendios, contenerlos y permitir una respuesta efectiva.

Esto implica considerar materiales resistentes al fuego, rutas de evacuación claras, ventilación adecuada, sistemas de presión para hidrantes y ubicación estratégica de extinguidores o alarmas.

En Quintana Roo, el cumplimiento de estos estándares está regulado tanto por el Reglamento de Construcción municipal como por la NOM-002-STPS, que establece condiciones de prevención y protección contra incendios en los centros de trabajo. A esto se suma la creciente adopción de normas internacionales, como la NFPA (National Fire Protection Association), por parte de desarrollos de mayor escala.

Permisos, corresponsabilidades y criterios técnicos

Uno de los principales retos para quienes están detrás del desarrollo urbano es obtener las licencias de construcción cumpliendo todos los requerimientos en materia de protección civil. Esto no se limita al diseño estructural, sino que implica una revisión transversal que involucra arquitectos, ingenieros eléctricos, responsables de instalaciones, peritos, y por supuesto, autoridades municipales.

Muchos de estos requerimientos se validan a través del dictamen de seguridad estructural, así como los planes de protección civil, que deben ser elaborados y aprobados antes de que una obra pueda operar. En estos procesos, el papel de los colegios de profesionistas es fundamental para orientar, capacitar y actualizar a los especialistas responsables.

Cancún, un entorno con necesidades particulares

En nuestra ciudad confluyen grandes hoteles, plazas comerciales, viviendas, hospitales y escuelas, cada edificación representa un reto particular. Por ejemplo, los materiales naturales como la palma o la madera tan frecuentes en la estética caribeña, deben integrarse con cuidado en diseños que prioricen la seguridad sin perder identidad.

Además, los niveles de humedad, la salinidad del ambiente y la concentración poblacional en ciertos sectores demandan criterios específicos para evitar riesgos como cortocircuitos, combustión por sobrecalentamiento o fallas en las redes hidráulicas de emergencia.

Una conmemoración que también debe ser técnica

Conmemorar el Día del Bombero es también reconocer que su labor no ocurre en el vacío. Que cada vez que un siniestro es contenido rápidamente, hay detrás un trabajo previo de planeación, normativa y diseño en el que los ingenieros civiles tienen mucho que aportar.

Desde el Colegio de Ingenieros Civiles de Cancún, se promueven espacios de diálogo, actualización técnica y vinculación con autoridades de Protección Civil, para que la infraestructura del futuro sea también una aliada de la seguridad.