La crisis hídrica en Latinoamérica: Un desafío creciente
Latinoamérica es una región rica en recursos hídricos, albergando aproximadamente el 30% de las reservas de agua dulce del planeta. Sin embargo, la distribución desigual de este recurso, la contaminación y la falta de infraestructura adecuada han provocado que millones de personas enfrenten dificultades para acceder a agua potable y saneamiento básico.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial, cerca de 77 millones de personas en América Latina carecen de acceso a agua potable y más de 100 millones carecen de servicios de saneamiento adecuados. Este panorama se agrava con el crecimiento poblacional, la urbanización descontrolada y el cambio climático, que ha incrementado la frecuencia de sequías e inundaciones en la región.
El sector de la construcción juega un papel crucial en esta problemática. El desarrollo de infraestructuras hídricas eficientes, la implementación de tecnologías de reciclaje de agua y la reducción del desperdicio en las obras son acciones clave para mitigar el impacto de esta crisis. La adopción de sistemas de captación de agua pluvial, plantas de tratamiento de aguas residuales y soluciones de drenaje urbano sostenible son ejemplos de cómo la industria de la construcción puede contribuir a una mejor gestión del recurso.
México: Una nación con contrastes en el acceso al agua
México es un claro ejemplo de las contradicciones en el acceso y la gestión del agua. El país cuenta con 653 acuíferos, de los cuales más del 30% están sobreexplotados. El norte y centro del país enfrentan estrés hídrico severo, mientras que el sur cuenta con abundantes recursos hídricos que, en muchos casos, no están aprovechados de manera eficiente debido a la falta de infraestructura y gestión adecuada.
El sector de la construcción en México enfrenta el reto de diseñar y construir infraestructuras que respondan a estas desigualdades. En las zonas áridas y semiáridas, la captación de agua de lluvia y la reutilización de aguas tratadas son prácticas cada vez más adoptadas para reducir la presión sobre los acuíferos. Asimismo, en las zonas costeras y tropicales, es necesario implementar sistemas de drenaje y saneamiento que prevengan inundaciones y garanticen el acceso seguro al agua potable.
La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) ha establecido lineamientos claros para promover el uso eficiente y sustentable del agua en proyectos de infraestructura. La industria de la construcción tiene la oportunidad de liderar este cambio mediante la adopción de prácticas innovadoras y sostenibles, como el uso de materiales porosos para pavimentación, la instalación de sistemas de captación de agua en edificios y la implementación de plantas de tratamiento de aguas residuales en desarrollos urbanos.
Quintana Roo: Un ecosistema frágil que demanda soluciones integrales
Quintana Roo, conocido por sus playas de arena blanca, arrecifes de coral y cenotes, enfrenta retos específicos en materia de gestión del agua. La disponibilidad de agua dulce en el estado proviene principalmente de acuíferos subterráneos y cuerpos de agua superficiales, los cuales están expuestos a la sobreexplotación y la contaminación por actividades turísticas y urbanas.
El crecimiento acelerado de la infraestructura turística y habitacional ha incrementado la presión sobre los recursos hídricos locales. La construcción de hoteles, desarrollos residenciales y comerciales ha provocado una demanda creciente de agua y una generación significativa de aguas residuales. La infiltración de aguas contaminadas en los acuíferos y la descarga de aguas sin tratamiento adecuado han comenzado a afectar la calidad del agua en la región, poniendo en riesgo no solo la salud de la población, sino también la biodiversidad marina y terrestre.
El sector de la construcción en Quintana Roo tiene la responsabilidad de adoptar prácticas que protejan y preserven los recursos hídricos locales. La implementación de sistemas de tratamiento y reutilización de aguas residuales en complejos turísticos, la instalación de tecnologías para el ahorro de agua en edificios y la creación de infraestructuras de drenaje urbano que reduzcan la escorrentía y la contaminación de los acuíferos son algunas de las soluciones que pueden marcar una diferencia significativa.
Además, el diseño y construcción de infraestructura deben considerar la capacidad de los ecosistemas locales para soportar el crecimiento urbano. La incorporación de infraestructura verde, como techos y muros verdes, jardines de lluvia y sistemas de infiltración natural, puede ayudar a mejorar la captación de agua, reducir la temperatura urbana y promover la regeneración de los ecosistemas naturales.
El papel de la industria de la construcción en la gestión sostenible del agua
El Día Mundial del Agua nos recuerda que el acceso y la gestión eficiente del agua no son solo responsabilidades gubernamentales o individuales, sino también un compromiso colectivo en el que la industria de la construcción juega un papel estratégico.
En Quintana Roo, donde la infraestructura turística y urbana continúa expandiéndose, la adopción de prácticas de construcción sustentable es una prioridad. La utilización de tecnologías de ahorro de agua, la implementación de sistemas de captación y reutilización de aguas pluviales, y el tratamiento eficiente de las aguas residuales son acciones clave para garantizar la disponibilidad y calidad del agua en el estado.
Como institución que representa los intereses del gremio de la construcción en Quintana Roo, reafirmamos nuestro compromiso de promover un desarrollo responsable y sostenible. La colaboración entre el sector privado, las autoridades locales y la sociedad civil es esencial para diseñar y construir un futuro donde el acceso al agua esté garantizado para las generaciones actuales y futuras.
En este Día Mundial del Agua, hacemos un llamado a todos los actores de la industria para que adopten un enfoque consciente y proactivo en la gestión del agua. El agua es vida, y su preservación es una responsabilidad que nos compete a todos.